9 de marzo de 2013

El Olvidado, Parte 8: Despedida



  El padre y el hermano mayor de la familia ya habían salido de la casa porque empezaban antes su rutina. Apareció el pequeño con la mochila sobre los hombros y derrochando la energía del desayuno. Su madre venía detrás, lo detuvo para abrocharle bien el anorak. 

  - Luis, coge los libros. 

  - Vale mamá. - El niño cogió la bolsa- Con todos estos libros la maestra me va a poner un Muy Bien- comentó alegre. 

  - Claro, pero lo más importante es que ahora cualquiera podrá ir a la biblioteca y leerlos, igual que tú. 

  Allí nos llevaban, a la biblioteca. Era un buen sitio, un final digno para cualquier libro. No obstante, no había considerado mi jubilación tan pronto. Era una condena al olvido entre miles de libros. Era el cementerio donde van a morir los elefantes. 

  En la puerta de la biblioteca, un edificio acristalado y blanco, se estaban reuniendo los niños cuando llegamos. Las madres hablaban entre ellas mientras sus hijos gritaban, jugaban y corrían como locos de un lado para otro. Lógicamente, todos los libros estábamos al resguardo de las madres hasta que la maestra llegó. Con voz firme puso orden en el caos e incluso las madres callaron. Los niños entraron en fila e iban dando sus libros a un señor calvo y con gafas. Después seguían hasta una habitación. 

  Cuando llegó mi turno me quedé esperando un gesto, una última mirada, un signo de despedida o acaso un pensamiento, pero no hubo nada. El pequeño entregó la bolsa nervioso y se marchó con sus amigos. Ni siquiera se paró a escuchar a su maestra que le decía: 

  -Muy bien, Luis.


CONTINUARÁ...
Parte 9: Experiencias (16 de Marzo)

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