16 de abril de 2007

Tiempo

El ser humano no es consciente de la velocidad del tiempo, no tiene ninguna capacidad que lo perciba en su plenitud. Si la mente se diera cuenta de este cambio y su valor, seguro que el estilo de vida seria distinto. Pero puede ser que la naturaleza sea tan inteligente que no nos haya dotado de este sentido a propósito, porque tal percepción pudiera alterar gravemente nuestra salud, o porque tal capacidad fuera un arma de doble filo.

El tiempo es un arma poderosa, posee control sobre todas las cosas materiales o espirituales. Muchas veces miras hacia atrás y te das cuenta del tiempo transcurrido. Que con las ansias de vivir un momento futuro, te olvidas del presente y no lo disfrutas como deberías hacerlo.

Al nacer, cada día es una eternidad de diversión, esperas cada noche a que llegue el día siguiente, que volverá a estar completo de gozo y alegrías. Pero vas creciendo, y ya lo que esperas no es el día siguiente, sino que la espera es para la semana siguiente, para el mes siguiente, para la estación , para el año...incluso para la década. Y sólo cuando eres viejo( si has podido llegar), es cuando vuelves a disfrutar de cada mes, de cada semana, de cada día...incluso de cada hora nueva que vives.

Por eso, ahora pienso en las 163242 horas de mi vida que no he disfrutado como se merecían.

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