17 de enero de 2009

Eterna Odisea

Dejaros llevar por el tenue balanceo del tiempo
Constante en su galopar por un infinito desierto,
Dejaros abrigar por los cálidos brazos del sol
En la eterna odisea para descubrir al yo.

Comprender el clima y el vasto firmamento,
Pues no existe meteorólogo que sepa pronosticar,
La fecha exacta, aproximada tampoco,
De cuando un rayo de luz me alumbrará.

Porque entre las estrellas, allá distantes,
Me fijo siempre en la que más reluce;
Que aunque brillante, el sol me deslumbre,
Busco luna que se ponga por delante.

La mecha se encendió, el tiempo se agota
El oxígeno agonizará junto a su llama,
Solamente quiero caer en alguna oca
Y volar por el tablero sobre sus alas.

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