1 de enero de 2009

Dios juega a los dados

Hay sangre muerta
Corriendo por mis venas;
Casi me mato
Por ser divino,
Luego imagino ser un pato
En un estanque podrido.

Ya no diviso
La ansiada meta,
Solamente una bandera
Que ha perdido su estilo.

Unos versos perdidos
En el mar blanco de un papel,
A Dios son gritos
Que no me quiere responder.

Una y otra vez,
Vuelve a tirar los dados
Que no me gusta el resultado,
No me gusta perder.

Vuelvo a jugar,
Apuesto mi destino
Pues soy un perro herido
Que no sabe ladrar.

Ahora que
Ya todo está perdido
Regreso a mi camino
Pero retornaré;
Como la hormiga a su hormiguero
Como la pulga hacia su perro,
Volveré,
A intentar hacer mil trampas,
A saltarme el enunciado,
A perder cada jugada
Y a ligar con mi mano.

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