17 de abril de 2008

En la Ciudad del Volcán (IV)

Parte 4: La brecha que dividió una raza

No tenía otra opción, la lava no le perdía el rastro. Aún si esos tres individuos fueran alucinaciones, debía saltar. Sino iba a morir calcinado bajo el magma o envenenado por los vapores tóxicos que desprendía al contacto con la enalsamita.

Cinco metros lo separaba de la vida, tenía que realizar ese salto de fe. Se subió al bordillo guardando el equilibrio a duras penas y exclamó al cielo:

-¡Dios, si existes ayúdame o sino acaba conmigo!

Se agachó para reducir la distancia de caída pero un rugido surgió entre las nubes, como el estruendo de un cañón al dispararse, y sintió que la flecha de luz atravesaba su cuerpo y todos sus músculos se tensaban. Del mismo modo en que el rayo invadió su cuerpo, lo abandonó llevándose su vida.

Los tres espectadores quedaron estupefactos, sorprendidos por lo ocurrido. Uno de ellos permanecía con los brazos alzados, sin embargo, el tostado trozo de carne había quedado pegado al acueducto. El acueducto que había ayudado a construir y que asombrosamente, no había sufrido daños.

Pero lo transcendental de estos hechos fueron la ultimas palabras del muerto, que se grabaron en las mentes de los tres socorristas.

Cuando Jusál llegó con la escalera ya era tarde. La lava estaba consumiendo el cuerpo. Uno de los tres hombres, al verlo, le dijo:

-Tu amigo ha demostrado que Dios no existe, antes de morir dijo:”Dios, si existes ayúdame y si no existes acaba conmigo”. He ahí la solución- concluyó señalando el cuerpo.

-No fue eso lo que dijo- discutió otro-, dijo: “Dios si existes ayúdame o si no me ayudas acaba conmigo” Luego Dios existe y es malvado, pues eligió matarlo antes que salvarlo.

Jusál, apesadumbrado, los dejó discutir y marchó a su casa a llorar la pérdida y a pensar en lo que le habían dicho.
La muerte de Guirba dividiría a la raza laica en dos: una que creería en un Dios malvado que exigía sacrificios, y otra que defendía la no existencia de Dios.

FIN

2 comentarios:

  1. jajajaja, oye Cristian esta bien esto. ¿Pero no es un poco demasiado que una simple frase (aunque mía) vaya a ser la responsable de la división entre una raza?.
    Todo lo demás me ha gustado bastante, pero intenta crear argumentos más sólidos.
    Nos vemooos! Y ánimo con tus escritos, soy seguidor tuyo!
    Gabri

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  2. sip, quizas tengas razon. Quizas debería darle mas importancia al personaje para que lo que diga tenga mas repercusion. Que sea el "alcalde" del pueblo o un lider revolucionario, algo asi.
    De esa forma es mas logico, que se debata sobre los ultimos momentos de su vida, y surja crispacion entre los detractores y los que le apoyaban.

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