30 de mayo de 2012

Distopía

Volver a ser esclavo del lugar donde se nace 
Heredar los eslabones que llevaban nuestros padres 
Y pensar que el villano está destinado a la cárcel, 
Cuando la justicia ya no equilibra la balanza 
Sino que agita la espada salomónica que blande 
Y por debajo de su venda, abre los ojos haciendo trampas. 

Es el despertar brusco de un sueño, el desgarro de unos ideales; 
Son los adornos navideños en los portales que conducen al infierno; 
Es el trilero, que se deja vencer cuatro juegos, para luego dejarte en pañales; 
Somos arroyos de sangre que se evaporan y no llegan a ninguna parte; 
O somos las cenizas del fénix, resurgiremos de nuestra derrota, más fuertes que antes.

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