Volver a ser esclavo del lugar donde se nace
Heredar los eslabones que llevaban nuestros padres
Y pensar que el villano está destinado a la cárcel,
Cuando la justicia ya no equilibra la balanza
Sino que agita la espada salomónica que blande
Y por debajo de su venda, abre los ojos haciendo trampas.
Es el despertar brusco de un sueño, el desgarro de unos ideales;
Son los adornos navideños en los portales que conducen al infierno;
Es el trilero, que se deja vencer cuatro juegos, para luego dejarte en pañales;
Somos arroyos de sangre que se evaporan y no llegan a ninguna parte;
O somos las cenizas del fénix, resurgiremos de nuestra derrota, más fuertes que antes.
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