13 de febrero de 2008

Paranoia 3'33333333333

Entrando en mi mundo. Esperen.
El cielo dibujado de verde
Cual botella de vino vacía,
El oscuro sol parpadea
Parece quedarse sin pilas.
Cuatro aves cuelgan muertas
En los cables de alta tensión
Y el suelo blanco y blando
Es cien por cien algodón
Para facilitar su lavado.

Los arboles azules van
Por los ríos directos al mar
Los peces devoran tigres
Que cantan a las grandes nubes,
Nubes de basura grises,
Gris como el mar donde estuve
Un mar cubierto de verde
Del cielo de esperanza verde.
Dejando mi mundo. Esperen.

Gritos

Quiero gritar Sonetos
Al aire, y me sean devueltos
Rimando catorce versos
Dos cuartetos, dos tercetos.

Quiero gritarle al viento
Y que me responda el eco
Porque son mis sentimientos
Todo tristeza y lamento.

Pero grito al vacío
Y lo único que responde
Es un falso sonetillo

Sin la métrica acorde
Con lo que marca el librillo,
El que perdí no sé donde.

10 de febrero de 2008

Cambios

No me gustan los cambios. No, no es eso. En realidad si me gustan, ese frescor con que están impregnados es como una brazada que te emerge del agua para respirar y luego seguir hundiéndote en lo cotidiano, en la rutina. Pero, como esa brazada, un cambio requiere un esfuerzo, es decir, un gasto de energía. Y como todo ser vivo, no poseo energía ilimitada y la debo administrar. Y esto es un arte, ir administrando los cambios para no hundirte demasiado en el fango, porque cuando tu cuello está entre las fauces de la fiera, no hay esfuerzo que te salve de ella. Es como el dinero, debes administrarlo para que no te falte y, a ser posible, para que no te sobre demasiado a tu fin.

Yo, personalmente, estoy con el fango hasta la cintura. Me siento cómodo así. Maldita comodidad. A veces pienso que este barro me protege, otras veces, que me aísla. Pero cuando intento cambiarme descubro que parte del fango forma parte de mí, que sin él no sería yo y que si paso a no ser yo, no merece la pena cambiar. Pero dejo el fango a la altura de las rodillas para hacerme una idea de cómo sería salir sin salir. Y me gusta esta idea, así que me mantengo ahí, hundiéndome otra vez, porque si salgo ya no me gustaría la idea, me gustaría el hecho de estar fuera. Y como dije al principio, no me gustan los cambios, y menos cambiar de gustos, pero son necesarios.


¿Y todo esto a qué viene?Al simple hecho de que he cambiado la imagen de portada del blog, ;)

7 de febrero de 2008

Mosquito


Escucho ese susurrito
Escucho esa vocecilla
Y es que está el mosquito
Dando vueltas a la bombilla.

Hay un puto mosquito
Por los alrededores,
No me deja tranquilo
Me esta tocando los cojones.

No consigo matarlo
Ni pegandole mil palmadas,
Ojalá muera de infarto
Y paren sus malditas alas.

1 de febrero de 2008

Polen

La primavera se acerca,
El polen está en vuelo
Por el aire revoltoso
Que lo levanta del suelo
Que lo balancea celoso
De que caduque y germine.

El polen, ante el acoso
Deseando que termine,
Se esconde por los rincones
Se oculta tras los jardines,
Haciendo ojos llorones
Y enrojecidas narices.

El Camino A Seguir

Un gran sol,
Ilumina mis pasos,
Mis torpes tropiezos
Con imaginarias rocas.
Observa como,
Mis infantiles sueños
Se van quebrando
Y mis firmes creencias se doblan.

Atento a
La niebla oscura
Que me empieza a cubrir
Que me oculta el camino a seguir.
Noto que
La espesa bruma
Entra en mí
No sé por donde he de ir.

Un paseo, rápido o lento,
Hacia una meta
Que me será incierta.
Sucumbir, con sufrimiento,
A las garras de esta
Puta vida muerta.

Agobiado,
Por las prisas de llegar al final
De saber lo que sucederá.
Permanezco
Enjaulado a mi libertad,
Sin que nadie me mire al pasar.